El Futuro de la Medicina Impulsado por las Telecomunicaciones

Recientemente hablamos de la importancia de las telecomunicaciones en tiempos de crisis. En efecto, las comunicaciones han sido verdaderamente fundamentales en la historia de la humanidad, desde los tiempos de las señales de humo y ritmos de tambor hasta la posibilidad de ofrecernos una ventaja crucial: el intercambio de información entre personas, ejércitos, países, instituciones, etc.

Con la evolución de la tecnología, el papel de las telecomunicaciones en la mejora de nuestra sociedad también evolucionó. Y aunque la información sigue siendo el centro de la cuestión, las fuentes y los tipos de información se han expandido, y mucho. Hoy en día es posible recopilar información de la naturaleza, las fábricas, los comportamientos de los consumidores y hasta de nuestro cuerpo.

Las telecomunicaciones han ingresado al campo de la biología humana y se han convertido en uno de los grandes responsables de que podamos vivir más y mejor. 

Telecomunicaciones y Salud: algunas aplicaciones en la actualidad

  • Telemedicina

Las telecomunicaciones acortan las distancias. Esto permite a los médicos y pacientes intercambiar información sin estar físicamente cerca el uno del otro, lo que a su vez se traduce en la democratización de la salud, al acercarse el conocimiento y la ayuda a todos los rincones y superarse las barreras burocráticas de oficinas y hospitales.

Imagínese una clínica cuyos médicos no atiendan una especialidad en particular y que pueda ponerse en contacto con un especialista de cualquier lugar del mundo para instruirlo sobre los procedimientos y protocolos, en un caso de emergencia. Esto sin duda alguna, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de un paciente.

  • Precisión robótica

Quien crea que la aplicación de robots en la medicina se limita a las cirugías está equivocado. 

Las farmacias de hospitales también se beneficiarán de procesos robóticos, donde los robots separan las dosis de medicamentos para los pacientes. Esto aumenta la seguridad del proceso y reduce el tiempo que se dedica a la atención, lo que a su vez reduce los errores de dosificación y de desperdicio de medicamentos debido a la caducidad de los fármacos (los robots saben, por los registros en el sistema, qué medicamentos utilizar primero priorizando la fecha de caducidad). 

Pero, ¿y el futuro? Con la llegada del 5G, experimentaremos un gran salto en la relación entre las telecomunicaciones y la medicina. Ya hemos hablado de algunas aplicaciones posibles, como las cirugías a distancia y la integración con dispositivos IoT. Pero existe la posibilidad de que las pandemias como la del Covid-19 que vivimos hoy nunca vuelvan a tomar grandes dimensiones: conozca el Internet de las nanocosas. 

El futuro: el Internet de las nanocosas y la lucha contra las epidemias 

El Internet de las nanocosas (IoNT) es muy similar al Internet de las cosas (IoT), aunque a escala microscópica. Hablamos de dispositivos imposibles de ver a simple vista, conectados entre sí, enviando datos en tiempo real y hasta siendo capaces de actuar en determinadas situaciones. Algunas de las increíbles innovaciones que se espera que el Internet de las nanocosas ofrezca son las siguientes:

  • Exámenes en tiempo real
  • Uso en lugares públicos para controlar la propagación de virus y otras enfermedades
  • Conexión con dispositivos de monitoreo externos

No habrá que hacerse tantos exámenes para saber qué está pasando con un paciente. Los nanosensores presentes en su cuerpo monitorearán e informarán en tiempo real cualquier cambio en su biología y, si el paciente está conectado a otro sistema, administrarán medicamentos y realizarán procedimientos para contener cualquier situación de inmediato. Esta ciertamente es una forma mucho menos invasiva de saber lo que sucede dentro del cuerpo. Imagínese el día en que toda la población de una ciudad tuviese estos dispositivos en sus cuerpos. Sería posible identificar a las personas infectadas si se los configurara para identificar ciertos síntomas, como la fiebre. Las agencias de salud podrían identificar en tiempo real el número de pacientes y la velocidad del contagio, y podrían actuar muy rápidamente para controlar la situación y minimizar las víctimas.  Las personas de grupos de riesgo, como los diabéticos, podrían conocer al instante su nivel de azúcar en sangre desde su teléfono inteligente, el cual se comunicaría con los nanodispositivos de su cuerpo.
Las personas con problemas cardíacos podrían recibir alertas en tiempo real ante cualquier cambio en su frecuencia cardíaca, e incluso podrían activar el servicio de emergencia con su localización por GPS.

  • Lucha contra las enfermedades a una nueva escala

Se cree que los dispositivos también ayudarán a combatir enfermedades como el cáncer, mediante la administración de medicamentos de manera más eficaz y la comunicación de información extremadamente precisa sobre la condición de un tumor.

Si le interesó este tema y desea saber un poco más sobre el Internet de las nanocosas (IoNT), tenemos un video realmente interesante de 14 minutos de duración que sin duda vale la pena ver. En él se explica cómo la biología sintética se convierte en un subproducto de la nanotecnología. Simplemente disfrútelo.

El IoNT aún no es una realidad, pero la evolución de las telecomunicaciones permitirá que su realidad esté más cerca de lo que hoy podemos imaginar. Hoy en día el Internet nos permite trabajar en una modalidad de home office; mañana posibilitará que una pandemia como la del coronavirus nunca se convierta en una amenaza tan grande como lo es hoy. 

Invertir es necesario: infraestructura

Todas estas aplicaciones cambiarán la forma en que nuestra sociedad funciona y entiende las cosas. Casos como el del Covid-19 serán historias del pasado e imposibles de ser entendidas por las generaciones futuras. Pero ese futuro sólo será posible con una inversión digna en infraestructura de telecomunicaciones

No hay un mundo verdaderamente conectado si no hay una base confiable y de calidad para ser el camino de la evolución. ¡La inversión debe comenzar ahora! Muchas empresas y gobiernos son conscientes de ello y ya apuestan por alianzas estratégicas con anfitriones (hosts) neutrales especializados en el tema, para tener infraestructuras ya preparadas para recibir las próximas tecnologías y satisfacer así las demandas de conectividad de hoy con una mirada puesta en el mañana.

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